En los últimos años, las productoras de cine han comenzado a liberar una creciente cantidad de películas del género musical. Este fenómeno no es una simple moda ni una tendencia pasajera, sino que responde a un propósito estratégico y bien pensado.

En un mundo donde las categorías de premios son cada vez más diversas y competitivas, las productoras han descubierto que las películas musicales tienen una capacidad única de abarcar varios géneros y, por ende, de participar en múltiples categorías de los Premios Oscar y otros galardones de prestigio. Al integrar música, danza y narrativa, estas películas logran cautivar a públicos amplios, logrando una ventaja competitiva frente a otros géneros más limitados en su alcance.

A diferencia de los Golden Globes, que tienen una categoría para Musical o Comedia, los Oscar no cuentan con esta distinción. Sin embargo, los musicales han brillado en la categoría de Mejor Película. En los Golden Globes, las canciones deben impulsar la trama, subrayando su importancia narrativa y artística.

El atractivo de los musicales está en su capacidad para emocionar con una combinación de música, interpretación y visuales. Cada canción desarrolla la historia y profundiza en los personajes, creando un universo único que trasciende el diálogo tradicional.

Este género no es solo una apuesta nostálgica, sino una estrategia para conquistar audiencias y academias. Los musicales demuestran que el cine puede ser un arte total, que entretiene, eleva el alma y deja una huella imborrable en la historia del séptimo arte.

Referencias

Infobae – Los 10 mejores musicales de la historia del cine según la crítica y la Academia de Hollywood
Yucatancultura – 10 secuencias imprescindibles del cine musical